Alvaro Garcia Linera y Claudia Fernandez: julio 2019

El vicepresidente Álvaro García Linera afirmó ayer, en México, que será el pueblo boliviano el que con su voto decida si Evo Morales continúa como presidente o no en las elecciones generales del 20 de octubre.

“El que va a definir el resultado de las elecciones es la gente, es el voto del pueblo el que definirá (si) Evo continúa o (dice) Evo andate a tu casa”, indicó García Linera en el programa Aristegui, conducido por la periodista Carmen Aristegui en la cadena internacional CNN.

La presentadora recordó que en 2016 se hizo un referendo y que en él la población se opuso a la reelección.

A ello, García Linera respondió que el artículo 256 de la Constitución “reconoce la primacía de los acuerdos internacionales sobre temas de derechos humanos”.

En consecuencia, señaló, se consultó al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) “cómo se resuelve esta contradicción entre un resultado electoral y un derecho constitucional, y el Tribunal dijo (que) prevalece el derecho constitucional, y eso habilitó la posibilidad de que Evo vaya nuevamente a la votación; no es que lo han reelegido, va a haber una votación de la gente y la gente decidirá con su voto quién es el nuevo presidente”.

La sentencia constitucional 84/2017 estableció la aplicación preferente del artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, por ser la norma más favorable con relación a los derechos políticos sobre los artículos 156, 168, 258.II y 288 de la Constitución Política del Estado.

En apego a ello, el MAS-IPSP inscribió a Morales y García Linera para participar en las elecciones primarias, en la cuales fueron electos en enero, luego de ser habilitados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

En las primarias de ese mes también fueron habilitados ocho binomios de la oposición.

En el marco del calendario electoral, las nueve organizaciones políticas habilitadas tienen hasta hoy para presentar las listas de candidatos a la Asamblea Legislativa Plurinacional.

En la entrevista, García Linera sostuvo que Bolivia “no tiene una receta” de transformación, sino un modelo que “le funcionó y le permitió crecer en un promedio de 4,5 y 5% en los últimos 13 años”.

Indicó que esto fue resultado de una de las primeras medidas que dictó el presidente Evo Morales: la nacionalización de los hidrocarburos en 2006.

El vicepresidente Álvaro García Linera participó ayer en el Festival Diálogos de Verano. Fiesta de las Ciencias y Humanidades, en el teatro de la Ciudad Esperanza Iris, donde desarrolló el tema “Las tareas de los gobiernos progresistas”, junto a Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

“Un gobierno progresista tiene que pensar en la economía y un plan de mejora ascendente de las condiciones de vida, cómo modificar los preceptos lógicos, morales y procedimentales que hacen la vida cotidiana; tiene que pensar en cómo incorpora mayor participación, pero también debe preservarse a sí mismo como un colectivo ético frente a la sociedad”, afirmó la autoridad boliviana.

Citado en un boletín de la Vicepresidencia, señaló que los gobiernos progresistas, revolucionarios, que buscan transformar el mundo, que buscan expandir las relaciones de igualdad, de justicia y de bienestar de sus poblaciones, según la experiencia desde el gobierno, deben tener en cuenta esos pilares para apuntalar procesos progresistas.

“El primero, la gestión económica, crecimiento y estabilidad. Un gobierno progresista, revolucionario y/o de izquierda es portador de esperanzas, de expectativas y sueños que permiten lo imposible: que personas progresistas rompan las cadenas de mando de gente poderosa, y lo hace con el espaldarazo del pueblo, su movilización, su voto y su acción colectiva”, pero un gobierno progresista no puede ser administrador de la pobreza, sino de mejora social, explicó.

Como segundo pilar, García Linera indicó que un gobierno progresista debe hacer un gran esfuerzo para avanzar en la democratización social, mediante la participación de la población en la toma de decisiones, “las izquierdas se caracterizan por procesos de democratización, a veces por oleadas, a veces intermitentes, a veces sistemáticos”, dijo.

El tercer pilar es el tema de sentido común, el orden lógico con que el ser humano se ubica en el mundo desde que nace, que tiene que ver con el comportamiento mediante esquemas lógicos, morales, procedimentales e instrumentales no reflexionados, pero que ordenan la vida.

Y como último pilar, García Linera dijo que no se debe dejar de lado la ética del revolucionario, del progresista, para esto se refirió a que los gobiernos progresistas llegan al poder por su palabra y su moral, entonces la gente ve a una mujer o a un hombre íntegro y eso se debe mantener como una constante a lo largo de la gestión de gobierno, además, los gobiernos progresistas significan la incursión de una nueva élite social a la gestión de gobierno, “más plebeya, más popular, distinta, más noble”.