Las operaciones encubiertas de Estados Unidos en territorio boliviano, recientemente denunciadas por el Gobierno, es una preparación militar para invadir algún país que se encuentra en altura sobre el nivel del mar, incluido Bolivia, denunció ayer el presidente en ejercicio, Álvaro García Linera.
El martes, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, informó que una misión científica estadounidense, encabezada por Robert Corwine Roach Jr., ingresó a Bolivia como si se tratara de turistas, pero realizaron experimentos, entre junio y septiembre de 2012, en el Chacaltaya, sobre los efectos de la altitud en el cuerpo de soldados.
“Esta denuncia es una cosa muy grave. (EEUU) ha hecho experimentos de carácter militar que van a ser utilizados por tropas norteamericanas para garantizar y promover una invasión. EEUU no tiene zonas de altura, no es para proteger a EEUU, sino para preparar a militares que van a invadir otros países que tienen zonas de altura. Y Bolivia también tiene zonas de altura”, declaró García Linera en La Paz.
Calificó como una “abierta agresión” de Estados Unidos el permitir que al menos 24 funcionarios y científicos hagan investigaciones sin conocimiento del Ejecutivo boliviano.
En ese sentido, anunció que de hoy en adelante el Gobierno estará obligado a tener “una actitud de permanente sospecha” de lo que hace su embajada en Bolivia. La diplomacia estadounidense no se ha pronunciado.
Denunció que el Gobierno de EEUU “es agresor, que abusó y maltrató al Estado boliviano” con este tipo de investigaciones en zonas de más de 5.000 metros de altitud. Dijo que el uso militar de las pruebas estaría amenazando al mundo entero.
“Esas investigaciones posiblemente son para agredir también militarmente al pueblo boliviano”, advirtió la autoridad.
García Linera funge como presidente por la ausencia del jefe del Estado, Evo Morales, quien viajó a Venezuela para sumarse al apoyo en favor del presidente de ese país, Hugo Chávez, quien está internado en Cuba tras ser operado por un cáncer.
Las declaraciones de García Linera surgen en momentos en que Estados Unidos propuso oficialmente a James D. Nealon como su nuevo embajador en Bolivia, tras cuatro años de no tenerlo.
García Linera añadió que este problema es una señal muy negativa en momentos en que el Ejecutivo está con la predisposición de avanzar en el restablecimiento pleno de las relaciones entre ambos gobiernos.
Punto de vista
Armando Loaiza, Ex canciller de Bolivia“Es la última ofensiva boliviana, en la que veo que hay tres ministros que han decidido hacer una guerrilla particular con EEUU. Una es la portavoz del Gobierno (Amanda Dávila), el ministro de Gobierno (Carlos Romero), el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y ahora se suma el Vicepresidente al lanzar una nueva ofensiva sobre el tema de EEUU, cuando este país ha tenido un gesto interesante de solicitar el beneplácito de su embajador. Pero estas nuevas acusaciones vuelven a encrespar el clima, todo se enrarece, pero es mejor no seguir escalando esta situación. No se termina de probar el concepto de no intervención o injerencia. Se usa el término injerencia bastante ambiguo. Preferiría que el país asuma otra postura, en esta nueva etapa del presidente Barack Obama, que decidió acreditar a un embajador después de varios años. Deberíamos entrar en una nueva etapa de cooperación y de distensión entre Bolivia y EEUU, que tienen como 150 años de relaciones”.
Es la última ofensiva boliviana, donde veo que más bien, hay tres ministros que han decidido hacer una guerrilla particular con EEUU. Una es la portavoz del Gobierno (la ministra de Comunicación Amanda Dávila), el ministro de Gobierno (Carlos Romero), el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana y ahora se suma el Vicepresidente al lanzar una nueva ofensiva sobre el tema de EEUU cuando este país ha tenido un gesto interesante, de solicitar el beneplácito de su embajador que fue un gesto dentro del Acuerdo Marco que se trabaja entre ambos países. Pero todas estas nuevas ondas de acusaciones vuelven a encrespar el clima prevaleciente entre Bolivia y EEUU. Creo que todo esto enrarecen aún más el ambiente entre ambos países. Es un clima de crispación pero que es mejor no seguir escalando esta situación. No se termina de probar el concepto de no intervención o injerencia. Se usa el término ‘injerencia’ bastante ambiguo. Preferiría que el país asuma una postura, en esta nueva etapa del presidente Barack Obama, que ha decidido acreditar a un embajador después de varios años de ausencia. Deberíamos entrar en una nueva etapa de cooperación y de distención entre Bolivia y EEUU que tienen como 150 años de relaciones.
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