El Presidente vestía una polera del Instituto Nacional de Estadísticas y apareció ante los periodistas de muy buen humor, alrededor de las 8.30 de la mañana. Saludó y bromeó, señalando que comparte su vivienda con la escolta de seguridad, con quienes pasó la mañana. Aclaró que sus hijos y su hermana lo visitan de vez en cuando, pero hoy no estaban a su lado.
En la residencia del Presidente se ofreció un desayuno a los periodistas, pero él no se quedó a compartir con ellos pues entró a otra sala para ser censado. Una vez cumplida esa responsabilidad, en la tarde jugará raqueta y aclaró que tiene un permiso especial para hacerlo.
Para la conferencia de prensa lo acompañaron el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana y la ministra de Planificación, Viviana Caro. Morales habló con los periodistas y después respondió las preguntas de la encuestadora en privado. El INE le dio la responsabilidad de censar al primer mandatario a Ninoska Salazar, quien cumplió el trabajo en 15 minutos.
Media hora más tarde estaba previsto el censo en el departamento del Vicepresidente Alvaro García Linera, ubicado en un edificio de la avenida 6 de agosto de La Paz.
Por primera vez, Alvaro García Linera le abrió las puertas al censo acompañado. Estaba junto a su esposa Claudia Fernández, con quien apenas lleva meses de unión.
La intimidad de su hogar permitió que los periodistas sean testigos de diálogos como el que planteó García Linera al señalar que hoy les tocaba cocinar. Claudia Fernández aseguró que ella no pensaba hacerlo, luego de lo cual la tarea fue asumida por él ante los medios.
Cuando la encuestadora preguntó quién era el jefe de familia, el vice miró a su esposa. La responsable de la encuesta no tomó en serio la respuesta y volvió a cuestionar. Finalmente, el primero en ser empadronado fue García Linera.
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