Eran más de las 9:30 cuando el vicepresidente Álvaro García Linera recibió a los periodistas en su domicilio de Sopocachi, antes de su empadronamiento, donde reveló que iba a dedicarse a cocinar en casa.
Acompañado de su esposa, Claudia Fernández, la autoridad convocó a los bolivianos a cumplir con el deber ciudadano esperando “con un cafecito” al empadronador”, anotando “todas las preguntas que nos hagan” y pidió que la gente no se desplace a otro lugar donde no vive cotidianamente.
“Les convocamos a no salir de su vivienda para no distorsionar la información que necesitamos para el futuro. Nosotros nos vamos a quedar a almorzar, no vamos a salir a ningún lado, algo haremos para comer”, dijo a los periodistas. Y cuando su esposa le aseguró que no iba a cocinar porque tenía que salir a trabajar como periodista, la autoridad respondió: “Me tocará, por ahora, pero hay que quedarse en casa”.
Ambos comentarios fueron recibidos con risas por los periodistas que se encontraban allí. Luego de la entrevista, Fernández invitó a los medios de prensa un desayuno con yogur, ensalada de frutas, jugos y cuñapé.
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