Sostuvo que la acción de un Estado revolucionario es expandir y fortalecer ese modelo que surge de los productores que deciden asumir el control de su trabajo a "escalas expansivas".
En ese marco, afirmó que el socialismo es un "largo" proceso de transición en el que el Estado revolucionario y los movimientos sociales se fusionan para que se democraticen nuevas decisiones y que las actividades económicas entren a la lógica comunitaria, "en vez de la lógica del lucro".
"Nuestro socialismo es comunitario por su porvenir pero también por su raíz y por su ancestro, porque venimos de lo comunitario ancestral de los pueblos indígenas y porque lo comunitario está latente en los logros de la ciencia y la economía moderna", fundamentó.
Según García Linera, el futuro será un tipo de socialismo comunitario nacional, continental y a larga data planetario, que incorporará los conocimientos y las practicas indígenas de dialogo y convivencia con la Madre Tierra.
A su juicio, el socialismo es el "campo de batalla" dentro de cada territorio nacional entre una civilización dominante-el capitalismo aún vigente mayoritario pero decadente- contra una civilización comunitaria emergente.
Para el Vicepresidente boliviano el socialismo no es una nueva civilización, economía o una sociedad, sino el "desborde democrático" en manos de la sociedad organizada en movimientos sociales y la "superación de la democracia fósil" en la que los gobernados solo eligen gobernantes.
"Socialismo es democracia representativa en el Parlamento, más democracia comunitaria en las comunidades agrarias y urbanas democracia directa en las calles y las fabricas, todo a la vez en medio de un gobierno revolucionario un Estado de los movimientos sociales", argumentó.
Explicó que el socialismo se da cuando la democracia atraviesa todas las actividades cotidianas de las personas, desde la economía hasta la educación, además de la lucha nacional, continental e internacional por la ampliación de los bienes comunes.
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