El vicepresidente Álvaro García Linera explicó el martes que el juicio abreviado al que se sometieron tres acusados en el denominado caso terrorismo, demuestra que a Bolivia llegó una célula separatista en 2009 que intentó dividir el país y que las acusaciones no fueron un show montado por el Gobierno, como pregonaba la oposición.
"Con ese juicio abreviado, primero se ha comprobado de manera fehaciente y de manera contundente que todas las acusaciones que hicimos, sobre la existencia de este grupo separatista han quedado validadas, confirmadas, no hubo tal show, no hubo tal invento, lo que aquí hubo era un grupo de anti bolivianos que quiso dividir Bolivia", dijo en conferencia de prensa.
García Linera subrayó que ese grupo separatista, a la cabeza del boliviano-húngaro, Eduardo Rozsa Flores, estuvo vinculado al Comité Cívico Pro Santa Cruz, al sector empresarial, quienes financiaron a los separatistas para separar al departamento de Santa Cruz del territorio boliviano.
"Recibieron armas, recibieron plata, apoyo, infraestructura, eso sucedió", agregó.
Sin embargo, recordó que la operación terrorista separatista fue frenada por el trabajo que realizó el Ministerio de Gobierno e Inteligencia de Bolivia.
García Linera aclaró que el Gobierno no se involucró en el proceso, sino fue el Ministerio Público y las autoridades judiciales las que administraron el juicio contra los acusados de querer dividir Bolivia.
"El Gobierno no se involucró en nada, lo que hicimos el años 2010 es armar una comisión multipartidaria de oficialistas y opositores que hizo una investigación complementaria, los informes de esa Comisión multipartidaria han sido publicados, no son palabras del Vicepresidente, son palabras de los entrevistados, de los juzgados, ahora de los sentenciados", agregó.
Sobre las declaraciones del fiscal que administró la investigación del caso terrorismo, Marcelo Soza, de que el Vicepresidente y el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, habrían estado al tanto de las operaciones de la célula terrorista, dijo que "son alucinaciones" de una ex autoridad que está prófuga de la justicia boliviana.
"Sobre estas supuestas reuniones, decirles que el señor Sosa, primero es un prófugo, es un delincuente y en segundo lugar no sé que se habrá fumado, no sé que estará fumando ese señor, porque está alucinando y está hablando cualquier cosa", indicó.
El caso Terrorismo se investiga desde abril de 2009, después que la policía desarticuló una célula terrorista en un céntrico hotel de la ciudad de Santa Cruz, que estaba encabezada por el boliviano-húngaro Eduardo Rózsa Flores.
Rózsa Flores había conformado una agrupación de mercenarios extranjeros financiados desde Bolivia para ejecutar acciones terroristas y secesionistas destinadas a desestabilizar al gobierno del presidente Evo Morales y a la democracia.
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