martes, 4 de septiembre de 2012

El ensayo de la unión de Claudia Fernández y Álvaro García fue ayer



Una lectura previa de coca con el permiso de la Pacha dictaminó cómo se realizará la ceremonia ancestral o Jakichahui, en la que Claudia Fernández y Álvaro García Linera se unirán como pareja en Tiwanaku. Ayer se realizó un último ensayo. La prometida de García Linera repasó, al detalle, el recorrido de la ceremonia central del sábado 8.

Luisa Quispe, parte del Consejo Plurinacional de Amautas que acompaña a la pareja desde la anterior semana, comentó a La Razón: “Venimos para la pareja, y la ceremonia servirá para que tengan más energía y más suerte. Estamos leyendo la coca y estamos recuperando una tradición de nuestros ancestros”.

El acto comenzará a las 09.30 y se tiene planeado que dure una hora y media. Previo a este ritual, dos anteriores se celebraron con la pareja y el consejo de amautas, hace unos días: una de purificación y limpieza, y la otra de recolección de aguas. “Escogimos dos ríos que se unen en uno solo y están detrás de la Cumbre. Esas aguas se trajeron y el sábado la pareja también tomará esas aguas purificadas”, explicó Fernando Huanacuni, coordinador de protocolo de la Cancillería. Para ambas ceremonias se ofrecieron dos wajtas o mesas.

El sábado, Kalasasaya será la primera parada de la pareja, donde se ofrecerá una wajta; después se dirigirán a Akapana, que es el centro mismo de Tiwanaku, y luego vendrá Pumapunku.

En lo más alto del centro arqueológico, los novios se comprometerán entre sí. “Ahí dejarán de andar solos, para caminar juntos”, dijo Huanacuni. Antes de llegar a Akapana, la pareja se mudará de ropa y zapatos, “porque cambiarán de condición y de intención”.

Así se pide permiso a la Pacha o tierra, ese permiso se traduce en la lectura de hojas de coca para la ceremonia que se llama Jakichahui, que significa hacerse gente en la cultura aymara. “Vamos a entregar el alma”, prometió Fernández.

“Estoy contenta, feliz, ansiosa y contando los minutos para las ceremonias, y ajustando detalles”, expresó la novia, que ya se aprendió los detalles del Jakichahui. Fernández ensayó en compañía de sus padres, Óscar y Gloria, y de su hermana Vivian. Juntos recorrieron el sitio arqueológico y de ahí se dirigieron a la laguna verde, que deberá ser parte de la ceremonia, pero hace falta que la limpien para que esté a punto.

Para llenar la ausencia del novio, estaba en su reemplazo el hermano de éste, Raúl, que al escuchar la llamada de su cuñada que decía ¡novio, novio!, él iba corriendo hasta su encuentro.

Lo que falta ajustar es el cuidado de los sitios arqueológicos. “Debemos elaborar un plan de protección debida del patrimonio”, sostuvo Hugo Ávalos, encargado del sitio arqueológico.

Más de 20 arcos, por donde atravesará la pareja, serán colocados en Tiwanaku, adornados con platería y aguayos. La celebración concluirá en la plaza del pueblo, donde se ofrecerá una última wajta. Allí la pareja invitará el ají de fideo y bailará Irpasta, un huayño que ayer le cantaron los amautas a la novia, mientras ella se aprendía la letra.

Detalles y familia

Madre

Gloria de Fernández dijo: “Álvaro es sencillo y se ganó el cariño de la familia”.

Padre

Óscar Fernández llama a Claudia Niñi y dice que su hija es especial. “Esperaba que se case, pero no con tanto despliegue”.

‘Irpasta’

Es un huayño antiguo que se canta cuando el hombre se lleva a la mujer.



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